300

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A pesar de la foto y el título, no, no voy a preguntar cuál es vuestro oficio. Pero los 300 goles del Real Madrid con Carlo Ancelotti en el banquillo se merecen ocupar un hueco.

Entre crítica y crítica, los blancos sumaron frente al Celta la cifra de la suerte para los amantes de muchos deportes (bueno, al menos para los jugadores de bolos): 300.

Es la segunda temporada del italiano al frente del conjunto merengue y sus cuentas quedan de esta forma: 203 goles en Liga, 63 en Champions, 26 en la copa del Rey, seis en el Mundial de Clubes, dos en la Supercopa de Europa y uno en la Supercopa de España. Aunque éste no sirvió de nada, pero hay que contarlo.

Y el autor de ese número tan redondo no fue otro que James Rodríguez. Bond, James Rodríguez, como diría un diario anglosajón de cuyo nombre no quiero acordarme. Que también hay que tener mala leche para poner ese titular, cuando ya todos nos hemos acostumbrado a decir “James” tal y como suena. Pero “el furbol es asín”.

Ancelotti es el séptimo entrenador en la historia del Real Madrid que lo consigue.  Ni siquiera está en el top 5, pero algo es algo. Y es que a pesar de los cambios, las extrañas decisiones y la falta de criterio que le achacan muchos, al mascador de chicles le avalan los resultados.

Soy de las que cree que el puesto hay que ganárselo día a día pero hay personas que tienen licencia. Para mí, Ancelotti es una de ellas. Igual que para él lo son Jesé y Keylor, que serán titulares esta noche. No tanto Isco o Chicharito, pero de eso hablamos otro día.

Quejas y contradicciones aparte, la realidad es que al Madrid le quedan por delante poca Liga y poca Champions. Dos oportunidades de oro para sumar algún gol más y algún otro trofeo en sus vitrinas. Y si es más de uno, mejor.