Siempre hay una primera vez para todo. Esta es la mía hablando del equipo de mi tierra, el C.D. Tenerife. Y como no podía ser de otra forma, de la mejor de las maneras, justo en los días previos a una de nuestras grandes citas cada temporada, el derbi frente a la UD Las Palmas. El eterno rival. El vecino de enfrente.

Escribir acerca de la entidad blanquiazul se me torna un tanto difícil. No por no tener temas o no poder o saber cómo redactarlos, sino porque hay que evitar hacerlo al 100% con el corazón. Hay cosas que no se escogen, ni se explican, tan solo son así. Cuando naces en una ciudad como Santa Cruz de Tenerife tienes prácticamente dos opciones, o no te gusta el fútbol, o lo sigues y te haces del ‘Tete’. Es nuestro club. Yo he de reconocer que pese a ello mi corazón no es todo lo blanquiazul que debería, tengo otro amor aún más potente, pero jamás dejaría de lado estos colores. El azul y blanco de mi tierra, de mi casa, el del C.D. Tenerife.

Cuando nos vemos las caras con los amarillos, la mayor parte de las ocasiones lo que conseguimos es que se dé prioridad a los enfrentamientos entre aficiones, al ‘odio’ que unos a otros se profesan y que parece aumentar en todos y cada uno de los choques que tengan ambos clubes. Saber que este domingo día 1 de Marzo nos veremos las caras con Las Palmas, hace que a un tinerfeño no se le olvide la cita del partido. Podemos vivir el resto del año sin estar pendiente de lo que hace nuestro equipo, podemos pasar partidos sin verlo por televisión ni asistir al estadio, pero un cara a cara con el ‘canarión’…eso no se nos pasa por alto.

Son ya 56 las ocasiones en que nos hemos visto y por suerte para mí, en lo referente a campeonato liguero, la balanza se inclina a favor de la provincia occidental. 11 Victorias para la entidad tinerfeña, 9 para la de Gran Canaria y 13 empates. Sólo queremos continuar la racha y aumentar la diferencia. Nuestros jugadores están motivados con la cita y confían en que podrán con su rival. Pese a la situación tan diferente por la que pasan ambos conjuntos en la clasificación de la Liga Adelante. Ser del Tenerife exige compromiso, trabajo y sobre todo fe. Fe en el trabajo que diariamente realizan estos jugadores que defienden nuestro escudo. Escudo que como ya dije una vez puede mancharse de lo que sea, es más, PIDO a los jugadores que manchen esa camiseta como si fueran niños en un parque embarrado. Pero que no la manchen JAMÁS de vergüenza, de bajar la cabeza y menos frente al rival que nos espera este fin de semana.

El club quiere recuperar la ilusión en su afición y ¿qué mejor que hacerlo frente a la U.D. Las Palmas? Nada. Ya os lo digo yo. que la bandera blanquiazul ondee al viento y que lo haga además en lo más alto del Estadio de Gran Canaria. Ser blanquiazul es un sentimiento, y uno que se vive más intensamente cuando estás fuera. Como si desde las gradas del Heliodoro Rodríguez López os escribiera, sólo puedo añadir un ¡Tenerife oe, oe…!

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