Llegó el momento de recuperar el fútbol de los equipos modestos. La nueva temporada de esta Liga ya tiene un «sabor» diferente. A los manos de la competición está ni más ni menos que el Villarreal que, armado con 16 puntos, se ha convertido en todo un submarino de ataque. Sin Vietto, que se marchó al Atlético de Madrid, pero con Roberto Soldado en sus filas. Sin Asenjo, que ha vuelto por fin a los entrenamientos, pero con Barbosa y Areola bajo palos. El equipo de Marcelino se ha convertido en el primero que logra desbancar a los tres grandes del liderato de la Liga.

A lo largo de la última década, los equipos modestos (por denominarlos de alguna manera, porque muchos de ellos son temidos más allá de las fronteras españolas) han sido tan solo un aderezo de la competición, una sombra en la Liga que se disputaban Real Madrid y Barcelona y en la que en última instancia logró participar el Atlético de Madrid. La famosa Liga de dos era además la de los 90 puntos. Si echamos un vistazo a las últimas ocho temporadas, el Barça se ha llevado 5 títulos, todos ellos por encima de los 90 puntos y con dos excepciones: la temporada 2005-2005 con 84 puntos y la de 2012-2013 con la friolera de 100 puntos. No fueron los primeros. El Real Madrid había logrado el año anterior, en la temporada 2011-2012, alcanzar la centena. La cifra es sencillamente escalofriante si pensamos que en cada torneo se disputan un total de 114 puntos. En aquellas dos temporadas, Madrid y Barcelona tan solo perdieron 14. Apoyados en sus goleadores, Cristiano Ronaldo y Leo Messi, ha sido francamente difícil superarles. Tan solo logró imponerse en estos años el Atlético de Madrid, que con 90 puntos, se hizo con el triunfo en la última jornada.

Pero las Ligas de 90 puntos parecen (y solo parecen) haber llegado a su fin. El Villarreal es el orgulloso líder de esta nueva Liga de modestos, una de esas que recuerdan a las antiguas, donde los 70 puntos aseguraban prácticamente llevarse el título. Muy de vez en cuando la cifra subía a los 80 puntos, cuando se trataba de una temporada muy reñida. De hecho, la última que bajó de los 80 puntos fue la de la temporada 2003-2004, con un Valencia que contaba en su banquillo con el hoy técnico blanco Rafa Benítez. Tampoco podemos olvidar la última del Deportivo de la Coruña en Primera, en la 99-00, con 69 puntos, muy lejos de las cifras que se manejan en los últimos años.

De los 21 puntos disputados en estas 7 jornadas, ya se han perdido 5. Aún hay margen para que los grandes se recuperen, pero lo cierto es que los clubes modestos están sacando pecho. Entre los diez primeros de la competición, y con una diferencia de 7 puntos, encontramos además de al inusual líder al Celta, cuyo 4-0 al Barcelona marcará de seguro la temporada, al Dépor, al Eibar (que mantuvo la categoría gracias al descenso administrativo del Elche), al recién ascendido Betis o al Espanyol. Todos ellos junto a Real Madrid, Barcelona y Atleti, que ostentan la segunda, cuarta y quinta plaza respectivamente. El Valencia se mantiene de manera estoica en la novena posición, mientras que el Sevilla, revelación en los últimos años, aún no está entre los diez primeros.

¿Qué les pasa a los grandes? Todo parece reducirse a una bajada a lo terrenal. Ni Madrid, ni Barça, ni Atleti parecen ser intratables esta temporada, al menos por el momento. Mientras que el último ya se ha enfrentado, en tan solo siete jornadas, con los equipos más duros de la tabla, los dos primeros aún han de verse las caras con rivales muy complicados y enfrentarse entre ellos en el famoso Clásico. Las sensaciones de los tres clubes dejan mucho que desear a sus aficionados, a lo que se suman dos parones por la selecciones en lo que llevamos de temporada. También hay que tener en cuenta lesiones y otros contratiempos que están dificultando el esquema habitual de juego de los técnicos. ¿Será al fin esta una Liga para los modestos?

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