Y al final se obró el milagro en Navarra. Osasuna continúa siendo equipo de Segunda División gracias al empate a dos frente al Sabadell el pasado domingo. ¡Menudo sufrimiento! Los navarros eran equipo de Segunda B hasta la última jugada donde consiguió el empate. Un histórico gol de cabeza de Javier Flaño en el minuto 91 mandó al infierno al Racing de Santander, equipo que acarició la permanencia prácticamente todo el encuentro.

Los altibajos, más bajos que altos, durante toda la temporada han sido abrumadores. Osasuna ha estado en una situación que ni en el comienzo de la temporada se podría haber imaginado. En puestos de descenso casi todo el año y sufriendo más que nunca. No se habían visto en otra igual y ni se lo esperaban al comienzo. Ya con haber bajado a Segunda el año pasado, esta temporada hubiese sido un palo más gordo haber descendido a Segunda B, ya que posiblemente les hubiese ocasionado la desaparición del Club o haberse refundado en otra institución. Algo que dentro de la directiva no se habían planteado hasta hace unas jornadas, ya que Osasuna ha estado más tiempo en la cuerda floja que en la salvación. Los tantísimos errores que ha cometido el conjunto, ahora de Enrique Martín, a lo largo de la temporada han hecho que el equipo rojillo, en parte, se mereciese estar donde estaba, rozando el descenso.

Pero los milagros existen y el gol de Flaño pasará a la historia como aquel tanto que dio la salvación y la permanencia a los pamplonicos. Aunque no solo fue él el hombre artífice de la hazaña, sino también el portero, Asier Riesgo y el central David García -el cual marcó el primero-, fueron los otros dos protagonistas de la película que se vivió en Sabadell el pasado domingo. Ahora más que nunca toda la afición rojilla estará más que orgullosa de su equipo.

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