Un jugador, dos equipos, dos veranos, dos perspectivas. Elisa Manterola (Real Sociedad) y Lara Molina (Real Madrid) nos cuentan cómo vivieron hace dos años y hoy una misma historia.

Elisa

Hace dos años, el verano fue una auténtica locura, un tormento y una pesadilla. El Campeonato de Europa sub21 en Israel se convirtió en un escaparete perfecto para Asier Illarramendi. Cuando los txuriurdin nos frotábamos las manos con el juego de un centrocampista de una calidad impresionante, apareció el millonario caprichoso con una billetera llena de euros y promesas de campeonatos, fama, aspiraciones…  el niño creyó en los Reyes Magos. Y el de Mutriku abandonó su casa, aquella que le dio el calor que necesitaba, que le ayudó a crecer y hacerse un adolescente. Promesas profesionales y sobre todo dinero, mucho dinero, provocaron que Illarra hiciera las maletas para irse a una casa en la que nunca fue querido ni considerado, que no supieron apreciar su calidad porque había estrellas que brillaban más o que tenían más quilates.

Lara
Y capricho o no, llegó a Madrid

Sin cifras oficiales, a estas alturas  que más da ya decir que si 40 que si 39 millones, el caso es que a los madridistas se nos vendió como ¡la joya de la corona! y bueno: que si era el mediocentro más prometedor, que si era el futuro… sinceramente conocíamos al de Mutriku por haber metido en puestos de Champions a la Real Sociedad esa temporada pero dos años a las órdenes de Ancelotti y no se supo motivar al muchacho (tal vez hubiera necesitado un Mourinho para espabilar más rápido); en fin que nunca se adaptó ni estuvo preparado para jugar en un club de élite, ni el Real Madrid estuvo preparado para él. Apuestas de azar que en ocasiones salen bien y otras no; con el paso de los días Asier Illarramendi será un jugador más que ha pasado por el club blanco y solo nos acordaremos de él cuando nos enfrentemos a la Real y nos calce un gol, porque nos lo va a calzar y eso lo saben en Concha Espina también.

Tal vez los Txuriurdin se estén frotando las manos por haber querido llevarnos la guinda del pastel del pequeño y recuerden nuestro karma por eso de devolverlo por la mitad de precio… pero como dice el título de la novela de Laura Norton «No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas».

Hay jugadores que como el dicho «Más vale ser cabeza de ratón que cola de león» y en el caso de Asier seguro que prefiere ser cabeza de ratón que eso de la comparación con un león nunca le ha gustado.

Elisa
Y ahora dos años más tarde

Y tras otro verano «duro» vuelve a casa, a ésa donde se le recibirá con los brazos abiertos a pesar del daño que hizo cuando se fue, porque es así como se recibe a las hijos, hagan lo que hagan, en casa con la comida en la mesa y la cama con sábanas limpias. Es fácil decirlo ahora pero posiblemente se equivocó con su marcha y cogió el tren equivocado pero como dice el dicho si no lo intentas nunca lo sabrás. A algunos nos costará más pero todos acabaremos aplaudiendo a Asier, primero tímidamente pero pronto se volverá a convertir en un ídolo porque estoy segura de que demostrará en la Real el buen jugador que fue, es y será.

Asier, pelillos a la mar, ya estás en casa, disfruta del fútbol, gánate a la afición y demuestra que en Madrid no supieron sacar tu sabiduría futbolística que para eso también hace falta un ambiente adecuado que cuadre con uno, que nos sintamos seguros y confiados. Hablemos en plata: en el Madrid por diferentes razones no has funcionado. Y ahora soñemos en oro. Ongi Etorri!

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