Desde el “¿por qué por qué los domingos por el fútbol me abandonas?” ha pasado mucho tiempo y ha habido muchos cambios. Para empezar, que el fútbol ya no es solo los domingos. De viernes a lunes, y martes y miércoles. Ah, los jueves también. Una faena para los que madrugan al día siguiente, tienen niños o, simplemente, son futboleros domingueros.

A los disparatados horarios de las diferentes ligas, se ha sumado un nuevo problema: una sentencia impide celebrar en Israel partidos de fútbol durante el Sabbat.

Según la Torá, el día sagrado para los judíos que dura desde la puesta de sol del viernes hasta el sábado por la noche, se debe celebrar mediante la abstención de cualquier clase de trabajo. Algunas de las actividades que están prohibidas son plantar, coser, construir, hornear, escribir…y ahora jugar a fútbol. Y eso que la tradición de jugar los partidos en sábado es anterior a la fundación del Estado de Israel. Al menos eso aseguran desde la federación. La liga israelí ha contraatacado y ha amenazado con suspender todos los partidos en las distintas categorías si no se llega a un acuerdo.

El ministro de economía , Aryeh Deri, es el único que tiene competencia para tomar este tipo de decisiones.  De momento, el viceministro de Hacienda, Yitzhak Cohen, ha propuesto aplazar los partidos al domingo, pero en Israel los domingos se trabaja. Nunca va a llover a gusto de todos.

El futuro del fútbol está en la mano del jefe de un partido ultraortodoxo así que la frase de “aquí el fútbol es sagrado” puede volverse motivo de ir al infierno.

Sobre El Autor

Antía André

"Ningún jugador es mejor que todos juntos". Alfredo Di Stéfano.

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