La vida, para el Atleti, sigue igual.

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Parecía este fin de semana una jornada crucial para el devenir de la Liga, principalmente en la pelea entre Atleti y Valencia por la tercera plaza. Sin embargo, fue en las dos primeras posiciones donde hubo sorpresa y la vida, para colchoneros y chés, sigue igual.

El Real Madrid cayó en San Mamés por apatía propia y méritos de los leones, y el Barcelona, esta vez, no desaprovechó la ocasión de ponerse líder. Lo hizo, además, de forma contundente al endosarle 6 goles al Rayo, tres de ellos en doce minutos de un Messi que parecía dormido en la primera parte y despertó de pronto tras fallar un penalti y marcarlo en la repetición.

El Atlético de Madrid y el Valencia se verían las caras horas más tarde tratando ambos de salir terceros del Calderón. Los locales jugaron mejor en una batalla de mucha táctica e intensidad… y poco fútbol, pero Tiago perdonó el 2-0 y Moyá falló en el único tiro a puerta del Valencia en todo el partido que supondría el 1-1 final.

Los del Manzanares han sacado dos puntos de sus dos últimos enfrentamientos, que han sido con sus rivales directos por la Champions, Sevilla y Valencia, por lo que el saldo no es tan negativo. Siguen terceros a seis puntos del segundo (ahora el Madrid) y a siete del líder (el Barça). El Valencia, su inmediato perseguidor sigue a tan sólo un punto, el Sevilla a seis y el Villarreal a siete.

Los indios miran ahora hacia un calendario, a priori, más asequible que el de sus rivales. Valencia y Sevilla tienen que enfrentarse aún a Real Madrid, Barcelona y Villarreal, sin olvidar que en dos semanas merengues y culés medirán (y gastarán) sus fuerzas en el derbi. Al Atleti, de los equipos de cabeza de la tabla, sólo le quedan Barcelona y Villarreal.

Pero el jefe de la tribu sólo tiene un objetivo en mente: Cornellá. Partido a partido, ya saben. Y el que toca ahora es el del sábado a las cuatro de la tarde contra el Espanyol, con las bajas por sanción de Mandzukic y Siqueira y la duda de Arda tras un golpe en la rodilla el pasado domingo. Después ya habrá tiempo de pensar en Champions, en remontadas, en el Bayer… Pero después.