No es un culebrón nuevo. La historia de amor, o desamor, entre Mario Suárez y el Atlético de Madrid viene de lejos. Querido y odiado a partes iguales por la afición colchonera, lo que es indiscutible es que el joven madrileño vistió siempre desde el corazón la elástica rojiblanca. Como debe ser. Enrique Cerezo le acompañaba en su despedida y, junto a ellos, los trofeos que ha ganado el joven Mario durante su estancia en el club. No han sido pocos y, aunque quizá no fue imprescindible para conseguirlos, Mario ha tenido siempre ese toque que ha hecho a todo el mundo olvidar lo malo para acordarse solo de lo bueno. Así de fáciles son las cosas en esta orilla del Manzanares.

Nueve años tenía aquel chico que llegó de Alcobendas a la cantera. Su ambición creció desde ese día y sus metas estaban claras. Él quería jugar con el primer equipo, correr por el césped del Calderón y ganar títulos para el Atleti. Su gran labor vistiendo la rojiblanca le ha llevado a debutar con la elástica de la Selección. Sin duda, una de las frases más bonitas de su despedida para mí ha sido esta: «Todos los sueños que tenía se han cumplido aquí, con la camiseta que quería». El jugador ha dejado claro su amor por este equipo. Quizá la fortuna no le acompañó, quizá la genialidad no fue su estilo pero nadie podrá discutirle nunca a Mario que lo dio todo por el escudo.

No hace falta retroceder mucho en el tiempo para recordar la última gesta del madrileño. Luchaba el Atleti por avanzar hasta cuartos de la Champions League. Las cosas no habían salido bien en Alemania, con el Leverkusen haciendo el mismo juego que el Atlético de Simeone. Todo tendría que ser resuelto entre los muros del Vicente Calderón, con miles de almas alentando a los suyos. Es en estos partidos donde, perdónenme los demás, es obligado que jueguen los canteranos. Porque el que juega por el mero dinero nunca entenderá qué están pidiendo los aficionados. Nunca podrá pelear con la misma intensidad hasta que el último aliento brote de su garganta exhausta. Era un partido para ver al mejor Mario. Y lo vimos. En el minuto 27 la gloria llegó para él gracias a un zurdazo que fue ayudado por algún defensa alemán. Sin duda, la última gran batalla de Mario Suárez con la camiseta rojiblanca. Un gol que nadie olvidará, porque dio al Atleti la opción de luchar por el pase en la agónica tanda de penaltis.

«Siempre seguiré siendo un seguidor del Atleti». Un poco de Mario se queda sobre el campo. Volverá y animará desde el mismo lugar que cualquier aficionado. Nosotros, los de la grada, te dedicamos nuestra más sentida despedida. Gracias Mario. Lo diste todo por el club que, eso es indiscutible, amamos. Ojalá los que vengan y los que se quedan sientan siempre de esa manera el valor del equipo. Eso no te lo quita nadie. Suerte en Italia.

Sobre El Autor

Laura Tirado

"Conseguir nuestro sueño pasa por ser valientes." Jürgen Klopp.

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