La vida es un camino con un solo sentido, no hay manera de echar marcha atrás. Ocurra lo que ocurra, pase lo que pase, solo tenemos la posibilidad de seguir adelante; no importan los semáforos en rojo que nos encontremos, las zancadillas que nos ponga la vida, los obstáculos que nos toque saltar, siempre para adelante y no de cualquier manera porque ese camino no lo volveremos a pisar y un día, sin avisar, nos cogerá desprevenidos una señal de stop y se acabó, ya no hay más.
Vidas cotidianas cruzándose en la calle, trabajando codo a codo, durmiendo bajo las mismas sábanas, compartiendo confidencias, esbozando una sonrisa, saludándose al pasar sin saber si ésa será la última vez que lo hagan. Pero un día cualquiera, a alguien se le desordena el destino y para en el maldita señal de stop. Punto final.

A lo largo de ese camino, largo para algunos, exageradamente corto para otros, conocemos personas con las que compartimos nuestro recorrido, otras que pasan por nuestro lado sin darnos cuenta; aquellas a las que preferimos tener lejos y otras… otras con las que nos gustaría haber compartido conversaciones, charlas y momentos solamente por lo que eran capaces de transmitir incluso desde una distancia; esas personas para las que no hay señal de stop, solo un ceda el paso porque aunque no siguen el camino en nuestra dirección, están ahí.

El sábado se puso feo cuando en el minuto 39 Clara Martínez adelantó al Transportes Alcaine en el marcador; pero las chicas querían rendir su homenaje particular al que había sido más que un preparador físico: su amigo, confidente, apoyo, psicólogo, motivador… todo para ellas. En el minuto 68 Pizarro consiguió empatar el partido y en el minuto de añadido, Nahikari consiguió el gol de la victoria que celebraron todas juntas con rabia contenida, lágrimas en los ojos y el dedo de la capitana señalando el cielo, intuyendo y sintiendo que Tximist gritaba con ellas y celebraba el gol de la victoria.

Chicas comic

El domingo, los chicos no quisieron ser menos, y tras una segunda parte trepidante y cuando todo hacía presagiar que el partido acabaría en tablas, Jonathas por partida doble conseguía mandar el balón al fondo de la red logrando tres puntos tan vitales ante el Valencia C.F. Y una vez más, el dedo señalando el cielo donde aquel, que tantas heridas físicas y del alma curó, sonreía y gritaba gol hasta quedarse ronco.

Chicos comiic

Dos victorias trabajadas y sudadas pero como decía el gran Tximist: No pain, no gain!

Sobre El Autor

Elisa Manterola

"Salir a ganar, negarse a perder" Thomas Rongen.

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