Con el 8 a la espalda, como el gran Luis Aragonés. Así saltaba al campo Raúl García en cada partido, como lo hizo por última vez el día 22 de agosto frente a la UD Las Palmas. Le aplaudimos como siempre, conscientes de los rumores y de que podía ser la última vez que vistiera la camiseta rojiblanca. Sí, conscientes, pero pensando que, una vez más, serían habladurías y Rulo seguiría jugando en el Atlético de Madrid. Ilusos.

Muchas veces he oído que Raúl García era un prepotente, un jugador que se creía más de lo que en verdad era. Le han criticado propios y extraños, como si de juzgar al mismísimo Messi se tratase. A mí, desde mi puesto de fiel observadora, siempre me ha parecido un auténtico luchador. Nunca pretendí que me deleitase con chilenas, con bicicletas, con ningún tipo de truco futbolero. De Rulo esperaba garra, ganas, pasión y eficacia. Porque había partidos que estaban hechos para Raúl García. Porque había jugadores a los que solamente podía encarar nuestro 8.

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Cuando he sabido de su marcha he escrito a un par de personas. Una de las respuestas me ha parecido tan profunda en su simpleza que solo puedo compartirla: «Raúl García ya es historia». Y lo es por dos razones: porque se marcha al Athletic a ser un león más y porque ha quedado grabado en el corazón de los colchoneros para toda la vida. Será uno de los ídolos rojiblancos durante años. La suya fue una historia de superación, de las que valen la pena.

Raúl no lo tuvo fácil. La grada no le mostró siempre su apoyo y jugaba encuentro tras encuentro sabiendo que no se sentía querido por la afición. Querían más de él. Vehemente se sentaba en el banquillo a la espera de que su trabajo diera sus frutos. Aguardaba paciente a los minutos que el míster le quisiera dar. Nunca una queja, nunca un reproche. No fue como otros que públicamente protestaban por no ser titulares, por tener que sentarse y no saltar al césped. Raúl García trabajó, luchó y llegó muy lejos. Tanto como a una final de Champions League, querido Rulo. Debiste jugarla entera.

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Suerte, mucha suerte allá donde vas. Gracias por todo lo que diste en este club, por correr hasta el último aliento, por seguir intentándolo siempre. Gracias por ser uno de los nuestros y defender el escudo y lo que significa. Gracias por ser, simplemente, Raúl García, el 8 del Atleti.

Sobre El Autor

Laura Tirado

"Conseguir nuestro sueño pasa por ser valientes." Jürgen Klopp.

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